miércoles, 29 de agosto de 2012

Eterno

En mis dedos se desliza el agua, que ya no corre, la tinta que ya no escribe, las palabras que ya no suenan. tarde, demasiado tarde, no ha vuelto ha salir el día. Tarde demasiado tarde. La voz que ya no oíre, las manos que ya no tocan y el frío que quema, el delirio que cada noche sucumbe, el suspiro que no evite, el café que ya no está caliente y que era tuyo y era mío. Nada. Los ojos que ya no lloran y ahora son míos, y una risa cincelada y sus manos y mi reflejo y su voz. Eterno, eterna, dentro de mi para siempre.