martes, 12 de agosto de 2014

Vuela

Vuelan los pedazos y las cenizas se amontonan en mis labios, volando entre susurros, volando entre el calor efímero que sujetan mis dedos.
La noche es negra, Y la tenue luz que sujeta la negra noche titila en un macabro baile, sonrojando mis pupilas.
No importa nada en la negra noche, porque las ventanas están cerradas y no quedan más que reflejos de la luna incandescente, que ya no quema, que se cansó de ponerse guapa para negra noche.



Pequeño.

martes, 28 de enero de 2014

(?)

Debe ser bonito eso de perdonarse.
Debe quedarse más ligera la almohada y los sueños y los pasos.
Tiene que ser la hostia.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Uve y mitad

Ni te interesa, ni me interesa, ni nos interesamos. Escupo humo de palabras, y de horas y de algún que otro café que nos prometimos. Y ahora Exhalo la ceniza de las medias lunas que se evaporan bajo la escarcha. Hace frío, tanto como tus labios a partir de la media noche. A partir de las medias tintas y las medias medias ¿No lo ves? Claro, ya no me miras. Claro, ya no existes Claro, te recuerdo. Como una serigrafía de la escena perfecta, que con el paso del tiempo se rasga, se quema, se arruga… ¿No lo ves? Ya no ardemos. Por lo menos no al mismo tiempo, ni bajo el mismo aire, ni bajo el mismo cielo de verano. Qué no, qué no… que ya no somos, ni fuimos, ni fuimos lo que somos, ni por asomo. Claro. Deliver us

miércoles, 29 de agosto de 2012

Eterno

En mis dedos se desliza el agua, que ya no corre, la tinta que ya no escribe, las palabras que ya no suenan. tarde, demasiado tarde, no ha vuelto ha salir el día. Tarde demasiado tarde. La voz que ya no oíre, las manos que ya no tocan y el frío que quema, el delirio que cada noche sucumbe, el suspiro que no evite, el café que ya no está caliente y que era tuyo y era mío. Nada. Los ojos que ya no lloran y ahora son míos, y una risa cincelada y sus manos y mi reflejo y su voz. Eterno, eterna, dentro de mi para siempre.

martes, 3 de abril de 2012

STOP

He vuelto... para perseguirme, para recordarme, para vagar por mis letras vanas desde más lejos, desde una perspectiva más alta, ineficaz, impersonal, inexistente...Es lo que conozco ahora.
No escondo en mis recovecos, no reconozco mi cara, ni esas cortinas negras ni las luces apagadas, que ya no me gusta el sol ni casi nada, apenas recuerdo las primeras caladas, ni ese insomnio en mi cama,los caleidoscopios, ni las fotos robadas...
Cada día mis manos se anclan al suelo, con mi voz, con mi garganta, con el viento que nos desgasta, más dentro que nunca, más grave, más fiero... Realidad que se atraganta, pensadores quebrados, pensamientos comerciales, pensador atormentado... un violín , los borrones, las cortinas,los diarios...
Para el final espero un corte rápido.
Stop